sábado, 1 de septiembre de 2012

Una relectura del Discurso del método

René Descartes se encuentra, sin lugar a dudas, entre los más famosos de los filósofos de la modernidad europea. Probablemente sea tal vez uno de los más leídos de entre ellos. Cualquiera se encuentra cada vez que pasa por alguna librería de libros usados con el Discurso del método o las Meditaciones metafísicas. No solo eso, el otro día (hace un tiempo ya), mientras me dirigía a tomar el tren para volver a mi casa, veo una edición que los incluía a ambos y me dije que, dado que debía viajar unas cuantas estaciones y que hace tiempo que no releía esas páginas, sumado al hecho de que la edición que en mi casa se encuentra de las obras completas (que así se llama, pero no están todas) tiene ya sus años y no parece conveniente estar llevándola en el bolso, etc., en fin, compré uno. Pero a poco de haber comenzado me llamó la atención que dijera, en relación a las razones que pueden esgrimirse para estar o no seguro de algo:

Puede suceder, no obstante, que no me equivoque, y que sea solamente cobre y vidrio lo que tomo por oro y diamante”

Desde luego, lo primero que pensé es que me equivoqué, y que, por ejemplo, leí no en lugar de yo, pero no era así. La cosa en sí no tiene nada de llamativo, a no ser porque al llegar a casa y fijarme en una edición que tengo con el Discurso de método encuentro la misma expresión tal cual la cité. Finalmente, al leer la edición que había leído unos cuantos años atrás encuentro, de modo coherente con el contexto en el que figuraba:

Posible es que me equivoque y tome por oro y diamantes lo que sólo es cobre y vidrio”.

Y dado que entre las dos ediciones donde figuraba las expresión estrictamente contradictoria a ésta última transcurrió un lapso de 28 años, me pregunté si, más allá de la accesibilidad del texto, había sido leído de una manera proporcional a ella.

Probablemente nada de esto revista mayor interés. Sucede, además, que existiendo internet y siendo como es hoy por hoy, uno puede buscar el texto, lo que hubiera dado con el fragmento siguiente (que puede encontrarse acá y también puede oirse acá, aunque para ello hay que saber francés, claro):

Toutefois il se peut faire que je me trompe, et ce n’est peut-être qu’un peu de cuivre et de verre que je prends pour de l’or et des diamants.

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