René
Descartes se encuentra, sin lugar a dudas, entre los más famosos de
los filósofos de la modernidad europea. Probablemente sea tal vez
uno de los más leídos de entre ellos. Cualquiera se encuentra cada
vez que pasa por alguna librería de libros usados con el Discurso
del método o las Meditaciones
metafísicas. No solo eso, el
otro día (hace un tiempo ya), mientras me dirigía a tomar el tren
para volver a mi casa, veo una edición que los incluía a ambos y me
dije que, dado que debía viajar unas cuantas estaciones y que hace
tiempo que no releía esas páginas, sumado al hecho de que la
edición que en mi casa se encuentra de las obras completas (que así
se llama, pero no están todas) tiene ya sus años y no parece
conveniente estar llevándola en el bolso, etc., en fin, compré uno.
Pero a poco de haber comenzado me llamó la atención que dijera, en
relación a las razones que pueden esgrimirse para estar o no seguro
de algo:
“Puede suceder, no obstante, que no me equivoque, y que sea solamente cobre y vidrio lo que tomo por oro y diamante”
Desde
luego, lo primero que pensé es que me equivoqué, y que, por
ejemplo, leí no en lugar de yo, pero no era así. La cosa en sí no
tiene nada de llamativo, a no ser porque al llegar a casa y fijarme
en una edición que tengo con el Discurso de método
encuentro la misma expresión tal cual la cité. Finalmente, al leer
la edición que había leído unos cuantos años atrás encuentro, de
modo coherente con el contexto en el que figuraba:
“Posible es que me equivoque y tome por oro y diamantes lo que sólo es cobre y vidrio”.
Y
dado que entre las dos ediciones donde figuraba las expresión
estrictamente contradictoria a ésta última transcurrió un lapso de
28 años, me pregunté si, más allá de la accesibilidad del texto,
había sido leído de una manera proporcional a ella.
Probablemente
nada de esto revista mayor interés. Sucede, además, que existiendo
internet y siendo como es hoy por hoy, uno puede buscar el texto, lo
que hubiera dado con el fragmento siguiente (que puede encontrarse acá y también puede oirse acá, aunque para ello hay que saber francés, claro):
“Toutefois il se peut faire que je me trompe, et ce n’est peut-être qu’un peu de cuivre et de verre que je prends pour de l’or et des diamants.”
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